PORTAFOLIO DE EVIDENCIAS

viernes, 18 de octubre de 2013

Bitácora 15/10/2013


ENTRENAMIENTO (Sesión 1)
Hoy es nuestra primera sesión de entrenamiento a cargo de Emmanuel y Mark como nuestros coach. Aunque Emmanuel se fue al poco rato porque tenía algo más que hacer me dio la impresión de que él sería más amable que Mark quien tomó el papel del policía malo, estoy en una clase con él así que no me dejo asustar, normalmente cuando me encuentro con este tipo de personalidades me mantengo muy a la defensiva, estoy tratando de controlar esto pero no me resulta tan fácil, nos muestra los lineamientos del juego y nos hace saber que no tolerará ninguna falta nuestra, no me preocupo, pues si algo tengo es el ser disciplinada y entender sin reproches que debo adaptarme a las circunstancias, sin embargo, no creo que este sea el único fin del entrenamiento, pero aún no entiendo muy bien de que se trata. Al parecer se tomaron un tiempo para hacernos unos gafetes, no pude evitar pensar que ahora tengo 2, el “de haberlo sabido” también pasa por mi cabeza.
Luego jugamos encantados, hubo un momento en que me fue complicado porque no estaba segura de quién encantaba y quien no, así que hice lo que siempre hago cada vez que me encuentro con un problema que no conozco, me detuve en un rincón y observé lo que pasaba, cuando veía que alguien encantaba a mis compañeros los desencantaba inmediatamente y estos salían corriendo mientras yo me quedaba en el mismo lugar, fácilmente me confundían con alguien que ya estaba encantada así que no se tomaban la molestia de tocarme y repetir las palabras mágicas que me dejarían fuera del juego temporalmente, mientras estaba ahí pude admirarme de la forma en que algunos de mis compañeros se subían a las bancas, ellos se estaban entregando a la actividad, yo, a pesar de tener una especie de estrategia, no. También pude darme cuenta de que algunos de mis compañeros parecían más imprudentes que entregados al juego, corrían sin saber si desencantaban a quién estaba encantando, corrían sin saber que se dirigían a quien los podría paralizar y otros encantaban a quienes les estaban ayudando en ese deber. Aún así, ellos parecían estarse divirtiendo más que yo.
 Al final, nos regalaron una pulsera que nos ayudará a medir que tanto nos quejarnos, “no suelo quejarme mucho”̶  digo para mí misma.

TAREA: No quejarnos

No hay comentarios:

Publicar un comentario