ENTRENAMIENTO
(Sesión 6) 31/10/2013
Comimos pan de muerto y en mi caso, tomé un rico té de
manzanilla para acompañarlo, traté de disfrutar de ello con todas mis ganas
aunque solo ir de blanco me había dejado muy irritada, esto, porque nada blanco
tenía entre mis prendas y al no haber conseguido que algunas de mis amigas me
prestaran una prenda blanca que pudiera usar (pues o no tenían de ese color, o
no me quedaron) me vi en la necesidad de comprarme algo, soy de esas personas
que cuidan mucho el dinero, lo hago porque he vivido necesidades y desde
pequeña he entendido lo complicado que es para los padres poder cumplir con
todos los gastos, así que por ir impecablemente de blanco y cumplir me compré
un vestido que dudo volver a usar. Me enfadó que no me dijeran con tiempo, algo
pude haberme comprado en mi casa el fin
de semana, por allá las cosas son más baratas y menos escotadas, pero ahora
mismo me encontraba lejos en el cuarto que rento a 10min. De metro Cu entre
semana.
Me sentía incómoda con ese atuendo, pero como dije, soy
disciplinada y quería cumplir, hasta pensé en hablar con Mark y explicarle mi
situación, pero estaba segura de que si lo escuchaba decirme “manéjalo” o esa
palabrita suya en inglés que nos dice tanto, mi enfado iba a incrementarse y
mucho, preferí decírmelo yo, manéjalo Elizabeth.
En el salón de clase sintiéndome incómoda terminé por darme por
vencida, ya estaba en la escuela, ya había gastando lo que había gastado, ya
tenía ese vestido que a pesar de que me quedaba bien me hacía sentir mal, pero
ya estaba todo hecho, esta clase fue para mí, un reto muy importante, decidí
nombrarlo “el día de la vergüenza”
Primero por el vestido blanco escotado queme avergonzaba lucir
por la facultad, después por el baile de pocoyo que hicimos en el salón, luego
por ir con una nariz roja y pasearme en
la FCA para que me vieran, luego por gritar tan alto “Hazlo de todos modos que
chingados importa” y que todos nos vieran y finalmente porque tuve que confiar
en mi equipo, tuve que perder toda la vergüenza que me producía que alguien,
tan solo alguien me cargara.
Debo admitir que luego del baile de pocoyo ya estaba tomando las
cosas con calma, y el mantra hizo lo suyo, en sí, lo único de lo que me había
quejado era del vestido y de mi modo para conseguirlo, fuera de eso, lo demás
no representó gran problema para mi, cada vez que nos decían que haríamos a
continuación en mi mente estaba un ”pues ya que”, que no sabía si era buena o
mala señal pero como séame permitía hacer las cosas, sin embargo, no dejo de
pensar que aún no me creo las cosas que estamos haciendo.
Lo primero en lo que siento que me entrego verdaderamente es en
el momento de aventarme de espaldas paraqué mis compañeros me atrapen, le dije
a Mark que le daba permiso de aventarme pero me dijo que tenía que hacerlo yo
sola, cuando caí sentí un hermoso puente de manitas llevarme hasta el otro
extremo, uno de mis compañeros ya estaba esperando y me bajó con cuidado como a
toda una princesa, ese día los chicos se lucieron, estaban muy al pendiente de
que nadie se fuera a caer, aquel día tampoco entré a mi clase de las 8:00pm,
pensé en Mark cuando aquel día le dijo a Dany que no le importaba que su
maestro de las 4:00 pm lo sacara más tarde de lo debido, que él tenía que estar
a las seis en su siguiente clase porque la clase de las 4 ya tenía que haber
terminado, los humanos nos contradecimos todo el tiempo, afirmo.
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